martes, 15 de enero de 2013
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Tienda de tabaco y sellos (Estanco)
Tintorería
Ultramarinos
Verdulería
Zapatería
jueves, 18 de octubre de 2012
¿YA LO SABES? pp 24 y25
1.
Nombre: Ana
Apellido: Pinto
Nacionalidad: portuguesa
Edad: 14 años
Profesión: estudiante
Número de móvil: 351 915 372 892
2.
Nombre: Ana
Apellido: Pinto
Nacionalidad: portuguesa
Edad: 14 años
Profesión: estudiante
Número de móvil: 351 915 372 892
2.
a. ¡Buenos
días! ¡Hola! ¿Qué tal?
b. ¡Buenos
días! ¡¿Como está usted?
C. ¡Buenas
tardes, profesora!
3
a. Genial, ¿y tú?
b.
Bien, gracias, ¿y usted?
c.
Veintiocho
d. Soy
mexicana
4
a.
brasileña
b.
portugués
c. alemán
d. estadounidense
5
a. doce,
quince, dieciocho
b. veinte,
veinticinco, treinta
c. veintidós,
veintitrés, veinticuatro
6
a. Pedro,
¿eres español?
b. Isabel,
¿tienes 13 años?
c. ¿Es
usted la señora García?
d.
Señor Muñoz, ¿dónde vive usted?
7
1. me
llamo
2.
tengo
3. soy
4.son
5.
tienen
6. son
7.
tienen
8.
1. ¿Cómo
te llamas?
2. De
dónde eres?
3. ¿Dónde
vives?
4. ¿Cuántos
años tienes?
5. ¿Qué
haces en la vida?
lunes, 1 de octubre de 2012
¿Por qué los españoles caen tan mal?
2 noviembre
2009
Allá por donde van los españoles hablan en imperativo: “¡Eh, ponme un café!; “Dame un cruasán!”; “¡Sírveme una caña”; “Pásanos unas hamburguesas…!”.
Hablar así en España no es un delito porque es lo normal. Un país que ha perdido todas las normas del protocolo, la cortesía, la educación y la urbanidad, cree que en todo el mundo las reglas son iguales. Pero no: el resto del mundo no es así y por eso se percibe a español como si tuviera los defectos del nuevo conquistador.
Debido a esa forma de expresarse, los empresarios, ejecutivos, turistas y viajantes españoles tienen tanta mala fama en el extranjero. Caen muy mal. Además, parece que siempre “están bravos”.
Hace pocos días, un amigo que es alemán-norteamericano-venezolano y algunas nacionalidades más (en su familia, menos incesto, hubo todo tipo de mezclas), me decía las cosas que le pasaban con su mujer española: trabajaban los dos en EEUU pero los empleados se dirigían a mi amigo y le decían en confianza: “No queremos tratar con tu mujer; sólo contigo. Ella está siempre enfadada y parece de mal humor”.
¿De mal humor? ¡Pero si era una española encantadora! Encantadora en España, claro. Fuera de nuestras fronteras, nuestras chicas pierden su encanto porque no se dan cuenta de la forma que tienen de dirigirse a los demás: siempre dando órdenes; soltando la bronca, nunca piden las cosas por favor, hablan en imperativo; elevan la voz; discuten… ¿Sutileza? Eh, bue… Sinceramente eso no existe en España.
“Por favor,
¿tendría la amabilidad de darme un café?”.
Si alguno de ustedes ha visto alguna vez a un español
haciendo eso en el extranjero, por favor, fílmelo con su móvil: es una
especie en extinción.Allá por donde van los españoles hablan en imperativo: “¡Eh, ponme un café!; “Dame un cruasán!”; “¡Sírveme una caña”; “Pásanos unas hamburguesas…!”.
Hablar así en España no es un delito porque es lo normal. Un país que ha perdido todas las normas del protocolo, la cortesía, la educación y la urbanidad, cree que en todo el mundo las reglas son iguales. Pero no: el resto del mundo no es así y por eso se percibe a español como si tuviera los defectos del nuevo conquistador.
Debido a esa forma de expresarse, los empresarios, ejecutivos, turistas y viajantes españoles tienen tanta mala fama en el extranjero. Caen muy mal. Además, parece que siempre “están bravos”.
Hace pocos días, un amigo que es alemán-norteamericano-venezolano y algunas nacionalidades más (en su familia, menos incesto, hubo todo tipo de mezclas), me decía las cosas que le pasaban con su mujer española: trabajaban los dos en EEUU pero los empleados se dirigían a mi amigo y le decían en confianza: “No queremos tratar con tu mujer; sólo contigo. Ella está siempre enfadada y parece de mal humor”.
¿De mal humor? ¡Pero si era una española encantadora! Encantadora en España, claro. Fuera de nuestras fronteras, nuestras chicas pierden su encanto porque no se dan cuenta de la forma que tienen de dirigirse a los demás: siempre dando órdenes; soltando la bronca, nunca piden las cosas por favor, hablan en imperativo; elevan la voz; discuten… ¿Sutileza? Eh, bue… Sinceramente eso no existe en España.
“Pero si no estábamos discutiendo”, dicen los jefes
españoles. “Sólo les estaba diciendo a estos bolivianos cómo tenían que
hacer las cosas”. Claro, pero si usted no emplea códigos universales
como “por favor”, o verbos en condicional como “podría usted”, y una sonrisa de
vez en cuando, pensarán que usted es como los cómitres romanos, aquellos
tipos que daban latigazos a los galeotes para que remaran más rápido.
Cuando los alemanes vienen a España les pasa lo mismo:
“¿Por qué aquí nadie pide las cosas por favor?”,me decía un alemán. “En Alemania sería casi un insulto”.
No se da cuenta este alemán de que ha aterrizado en el
país que nunca dice “por favor”, un país que considera los tacos como parte del
Patrimonio Cultural. No sería extraño que se elevara una propuesta para
declarar los tacos y las palabrotas “Patrimonio de la Humanidad”. Los tacos
y las imprecaciones en español, los que mejor suenan en el mundo.
Y eso que no quiero entrar en la forma en que los
españoles hablan por teléfono: levantan el auricular y cuando se pone alguien
al otro lado, gritan: “¿Está Manolo?”. No se les ocurre que uno debe dar los
buenos días y presentarse. Nooooo. Aquí el que llama, suelta, “¿Está
Manolo?” y el que contesta dice: “¡Joder, aquí no hay ningún Manolo!”. Un
país de formas encantadoras.
¿Han visto cómo atienden las chachas sudamericanas? Son más dulces, más amables
y más educadas que el ejecutivo del BBVA mejor pagado. Por eso los restaurantes
están encantados con sus camareras latinoamericanas, porque son más suaves y
más educadas que las españolas.
Las agencias de comunicación como Llorente y Cuenca
que tienen delegaciones en el extranjero, se ven obligadas a dar un repaso a
los ejecutivos españoles expatriados que aterrizan por primera vez en, digamos,
Argentina o Panamá. “Por favor, hable bajito; no olvide decir por favor,
sonría”.
Pero aquí, nada de nada.
Los españoles no se dan cuenta de cómo son percibidos.
Piensan que cuando viajan al extranjero, el mundo les acoge como las
personas más simpáticas del mundo. No es así. Los ejecutivos españoles, las
empresarias españolas, los funcionarios de Exteriores españoles, parece que están
de mal humor todo el tiempo porque no tienen empatía, su lenguaje es soez
(en Iberoamérica soltar un taco en público es de mala educación), su tono es
alto y sus maneras son hoscas.
Y eso que no quiero hablar de los españoles en Asia:
allí, la sonrisa y la educación son signos de civilización. Justo lo que no
tienen los españoles.
De modo que: ¡clases de cortesía para todos.
SPAIN ES AÚN DIFERENTE
LOS EXTRANJEROS TIENEN BUENA OPINIÓN DEL PAÍS QUE ES EL SEGUNDO DESTINO TURÍSTICO DEL MUNDO. LAS GUÍAS DE VIAJE ACENTÚAN LOS MITOS Y TÓPICOS
QUE SIGUEN SEDUCIENDO
Es el lugar
donde se leen menos periódicos de Europa.
Donde el
periódico más leído sólo da noticias deportivas.
Donde el
jamón se considera parte de la dieta vegetariana.
Donde no
todo es sol pero el sol lo condiciona todo.
Donde se
desayuna copa de licor con el café. Donde el chocolate es dulce y espeso.
Donde el
vello corporal en axilas y piernas es tabú para las mujeres.
Donde todo,
o casi todo, se para a cierta hora del día.
Donde antes
de cenar se procesiona de bar en bar para comer pequeñas raciones.
Donde el
servicio ferroviario es limpio y eficiente.
Donde los
conductores urbanos tienen a los peatones en un puño en cada cruce.
Donde el
robo con estrangulamiento es la modalidad de atraco más frecuente.
Donde la
vida comienza cuando en el resto de Europa las luces se apagan.
Donde por
cinco euros sirven una botella de vino en un restaurante.
Donde sacan
a pasear a Dios con cualquier pretexto.
Donde es
Europa sin que se sientan europeos.
Donde los
baños están limpios pero sin papel.
Donde hay
que tener cuidado con los simpáticos que quieren cháchara.
Donde se
critica a todo el mundo menos al Rey.
Donde el
hambre ha marcado su historia.
Donde no hay
verdadera cocina nacional. ¿Dónde no hay cocina? ¿Dónde? En España, claro.
Todo lo anterior es España, según los autores de
guías turísticas escritas en Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y
Rusia.
Mientras que los españoles llevan siglos guerreando
por la idea de España - la cosa ha mejorado y últimamente sólo se discute -,
los extranjeros lo tienen claro. Acierten o no, éste es un lugar con señas
propias que se repiten en cada guía: siesta, vitalidad y marcha.
No se depriman por la simpleza, por favor. En
general, los extranjeros tienen mejor opinión de España que los españoles. Y
ellos son muchos más: 59 millones de turistas nos visitaron en 2007.
España sigue gustando - es el segundo destino más
visitado en el mundo después de Francia - a pesar de que algunos mitos se
encuentran en franco declive (¿cuántos españoles se echan la siesta cuando no
están de vacaciones?). Pues eso, topicazo. Pero vayamos por partes.
- Tiempo 'is not time'.
Una cosa es el tiempo real; otra, el tiempo español.
Basta leer a los británicos, que son los turistas más fieles (16 millones al
año):
"En teoría, España va una hora por delante de
Reino Unido, pero conceptualmente debe de estar en otro planeta". Y siguen
en otro párrafo: "En España, el sentido del tiempo es algo elástico:
excepto si se trata de una cita de negocios, no se ofenda si tiene que esperar
entre 10 y 20 minutos".
- Omnipresente siesta.
La seña de identidad por antonomasia, haya o no
haya. Todas las guías se recrean en ella. Los italianos dicen que merece la
pena "seguir la costumbre española de la siesta a la hora de comer".
Está claro que los autores de guías eligen los mismos lugares. "Las
tiendas están todas cerradas y en las horas más calientes del día se para todo,
o casi" (Touring
club italiano). "Es frecuente que tiendas y pueblos paren
durante la comida y la siesta" (The rough guide).
- Hedonismo y humo.
Todos fuman: los que fuman y los que no. A los
extranjeros les sorprende aún los pocos espacios libres de humo que encuentran
durante su estancia. Y también el entusiasmo vital, aunque los italianos
consideren que nuestra europeización esté haciendo estragos: "El pueblo
español despreocupado y fiestero del imaginario popular es una especie en vías
de extinción".
- Crisantemos, mejor no.
Los alemanes consideran que la cortesía es
"importantísima", aunque "en ocasiones los españoles entienden
por cortesía algo distinto a nosotros". Dicen que no sabemos decir que no.
"Si te invitan a casa de alguien a cenar", dicen The rough
guide, "debes llevar un pequeño regalo para los niños, además
de chocolate, vino o flores". Ojo. Avisan de que se excluyan los
crisantemos y ornamentos propios de funerales.
- Tópicos autonómicos.
Los franceses nos tienen muy estudiados. Tanto, que
hay numerosas guías regionalizadas. En el texto editado por Gallimard en su Bibliotheque
du voyageur tienen claro qué se encontrará en cada autonomía:
"Los andaluces son, de lejos, el pueblo de España más exuberante";
"los gallegos son todo lo contrario"; "los vascos son
trabajadores y les gusta vivir bien", y, añaden los rusos de la editorial Vokrug
Sveta, "extremadamente religiosos". Según la visión francesa,
"los catalanes comparten con los vascos el ardiente deseo de romper con
los vínculos que les atan al resto del país". ¿Y qué dicen de los
castellanos? Pues que "consideran que el país les pertenece por derecho
divino". Touché.
- Señas de identidad.
¿Qué vertebra a España? Para los franceses, el
tapeo: "El ritmo de la vida está marcado por la necesidad de encontrarse,
al atardecer, todas las generaciones confundidas, en los paseos y bares de
tapas. Eso confiere unidad al país". Dice la citada guía francesa, escrita
por británicos, que, como ocurre en el Reino Unido, "los españoles tienden
a menudo a considerar Europa como un territorio al que no pertenecen".
Otra variable común que destacan los italianos es la
crítica: "En un país donde generalmente no se ahorran críticas a los
hombres de poder, es raro escuchar hablar mal del Rey". Al que siempre
tienen los españoles en boca es a Dios, según los franceses. "La parte
concedida a Dios en la vida cotidiana es testimonio de esas reminiscencias
morunas fuertemente enraizadas en el comportamiento español, algo evidente en
la costumbre de santiguarse o de evocar a Dios por cualquier pretexto".
- Ser español en una semana.
Los alemanes
sugieren un método "sencillo y agradable" para participar en el
estilo de vida local: "Vaya a las cinco a una plaza. Al principio se
encontrará solo, porque la siesta está acabando, pero poco a poco la gente irá
llegando a la plaza. Es el momento de la movida, de indolentes paseos hasta
altas horas de la noche. Únase sencillamente, vaya de bar en bar, tomándose
aquí un jerez, allí un vinito tinto o una sidra, pero pruebe las maravillosas
tapas y olvídese de la cena planeada y del programa de visitas del día
siguiente. Le felicitamos. Si lo consigue habrá secundado una parte pequeña,
pero de ninguna manera irrelevante, del estilo de vida español".
- Ni velludas ni desastrados.
Los italianos aconsejan vestir de "manera
decorosa" y mostrar "respeto" cuando se visitan catedrales e
iglesias, "en particular en las zonas más lejanas, donde la gente del
lugar, sobre todo los ancianos, son muy tradicionalistas y poco
tolerantes". Los alemanes consideran que se atribuye muchísima importancia
al buen aspecto: "Por eso, sean hombres o mujeres, salen de casa como un
pincel incluso en los días más calurosos". Y lo más chocante para los
germanos: "El vello corporal de cualquier tipo, en axilas o piernas, es un
absoluto tabú para las mujeres".
- Cuidado con los simpáticos.
La guía japonesa (Diamond) es la que más se extiende
en este apartado. Alerta principalmente sobre los robos en Madrid y da una
clasificación de delitos más frecuentes: el primero es el "robo con
estrangulamiento"; le siguen el tirón del bolso y "los que cometen
ladrones camuflados de policías". Recomienda cautela con quienes se
acercan y "se expresan de manera simpática" y "con los grupos de
dos o tres personas, que intentan acosar, a veces con la excusa de vender flores".
La guía británica clasifica a las fuerzas de seguridad. La Guardia Civil es la
más celosa y "la que se debe evitar". "Si tiene que informar de
un delito serio como una violación, vaya siempre a la más comprensiva policía
local". Y avisa de que no se espere mucha preocupación si se denuncia el
robo de un artículo pequeño.
- Vino tirado, cocina fantasma.
¿Cuántas veces ha pagado cinco euros por una botella
de vino en un restaurante? Los autores de The rough guide omiten los lugares secretos donde han
pimplado tan barato. Como depende de con quién se nos compare, los británicos
creen que somos unos bebedores moderados y recomiendan igual continencia a sus
compatriotas: "Beber demasiado no es frecuente, a pesar de que parece
haber un bar en cada esquina, es más para tomar café y socializar que para una
monumental cogorza". Es una opinión.
Y atención a la siguiente: ¿quién pone en duda que
España, donde trabaja Ferran Adrià, considerado mejor cocinero del mundo según The New York
Times, tenga una cocina verdadera (en lo de nacional es mejor no
meterse)? Los italianos: "Además de paella, tortilla y gazpacho, el país
no posee una verdadera cocina nacional, pero cada región tiene sus propios
platos y tradiciones culinarias locales".
- ¿Qué llevarse de 'Spain'?
Ahí va la extravagante lista propuesta por los
japoneses: aceite de oliva, aceitunas, vinagre de jerez, tinta de calamar,
salsa alioli, corazones de alcachofa en vinagre, figuras de Lladró... y chupa-chups.
TEREIXA CONSTENLA, MADRID, EL PAÍS, DOMINGO 17 DE
AGOSTO DE 2008
EL idoma más difícil del mundo
A diferencia de la mayoría de las personas - que
entienden idiomas pero no los hablan - a mí me sucede con el portugués que lo
hablo pero no lo entiendo. Es decir, aprendí la música pero me falta la letra.
Y como saben que adoro a Brasil, aunque nos haya secuestrado a Amparo Grisales,
mis amigos me aconsejaban que tomara unas clases para aprenderlo como Deus manda.
Yo pensé que era una pendejada, pues español y portugués se parecen tanto que
no precisaba tomar clases. Sin embargo, para salir de dudas, resolví
preguntárselo a Norma Ramos, una buena amiga brasileña con la que me encontré
cierto día en que ambos almorzábamos en una churrasquearía rodizio...
_ Norma, dime la verdad. Siendo ¿el portugués
un dialecto derivado del español, tú crees que necesito tomar clases de
portugués? - le pregunté con el mejor portugués de que fui capaz. - Al fondo a
la derecha - me contestó Norma y siguió comiendo.
Fue una experiencia terrible. Allí mismo decidí que
no sólo iba a tomar clases de portugués, sino que Norma tendría que ser mi
profesora. Ella - que es puro corazón y mechas rubias aceptó con resignación
misericordiosa. Y como yo le insistiera que me hablase en portugués todo el
tiempo, me dijo que desde el lunes nos sentaríamos a estudiar dentro de su escritório.
Me pareció bastante estrecho el lugar, pero llegué ese lunes decidido a todo.
Yo creía que el portugués era el idioma más fácil
del mundo, pero la primera lección que saqué es que resulta peligrosísimo
justamente por lo que uno cree que se trata tan sólo de español deshuesado. Escritório
no quiere decir escritorio, sino oficina, en cambio, oficina quiere decir
taller y taller significa cubiertos de mesa. No me atrevía a preguntar a Norma
cómo se dice escritorio (nuestro tradicional escritorio de cajones y bade, en
el caso de gerentes de medio pelo) pero ella, que es tan inteligente, lo
adivinó en mis ojos aterrados. “Escritorio se dice escrivaninha” observó
Norma “¿Escriba niña?” comenté desconcertado. “Así le decimos a las
secretarias. “Norma sonrió con benevolencia. Le pedí que decretáramos un rato
de descanso. “Un rato en portugués es un ratón”, respondió inflexible, fíjate lo que me pasa por hablar como un
loro, traté de disculparme. Un louro en portugués es un rubio, dijo ella
y rubio seguramente se dirá papagayo comenté yo tratando de hacer un chiste.
Glacial, Norma aclaró - Ruivo es pelirrojo y papagaio es loro.
_ Perdóname, Norma, pero es que yo hablo mucha
basura.
_ Vassoura no, lixo. Vassoura quiere decir escoba.
_ ¿Y escoba significa?
_ Escoba significa cepillo.
Era suficiente para el primer día. A la siguiente
lección regresé dispuesto a cometer la menor cantidad posible de errores. Le
rogué a Norma que me regalara un tinto, a fin de empezar con la cabeza
despejada. Me lo trajo de café brasileño, a pesar de lo cual quise ser amable,
y dije que lo encontraba exquisito.
_ No veo por que le desagrada, me contestó
ella.
_ Al contrario, lo encuentro exquisito -
insistí yo, sin saber que ya había
cometido el primer error de día.
_ Exquisito quiere decir en portugués, desagradable, extraño, suspiró Norma.
Confundido le eché la culpa a la olla. La panela
corrigió Norma. No lo noté endulzado, comenté yo. La panela en portugués
es la olla, dijo Norma - Y olla no quiere decir nada? Pregunté
yo. Olha quiere decir mira contestó ella. Supongo que tendrán
alguna palabra para panela, me atreví a decir. Panela se dice rapadura,
sentenció Norma. No quise preguntar cómo llamaban a la raspadura.
Simplemente le dije que salía un segundo al baño y sólo volví una semana más
tarde. Norma estaba allí, en su escritorio (¿en su panela? ¿en su lixo?)
esperándome con infinita paciencia. Siempre en portugués, le pedí perdón y le
dije que me tenía tan abrumado el portugués, que ya no me acordaba ni de mi
apellido. “de su sobrenome, dirá” comentó ella. “Apelido quiere
decir apodo” Intenté sonreír.
“Trataré de no ser tan torpe”. Dijo Norma, no
exagere, torpe es infame, inhábil sí, es torpe” Con este nuevo desliz se me
subió la temperatura. Quise tomar un vaso de agua (vaso es florero-
corrigió ella - copo es vaso y floco es copo) y me justifiqué
diciendo que el viaje hasta su escritorio había sido largo porque venía
de una finca”. Largo no, comprido. Fazenda y no finca, dijo
Norma. “Largo quiere decir ancho, así como salsa significa perejil
y molho significa salsa”.
Me di por vencido. Acepté que el portugués era un
idioma difícil y entonces sí se le iluminaron los ojos a Norma. La cuestión era
de orgullo. De ahí en adelante no me regañó, sino que me mostró todas
las diferencias que existen entre palabras homófonas de los dos idiomas. Caro
se dice costoso, porque custoso quiere decir difícil; morado se dice roxo,
porque rojo se dice vermelho, escenario se dice palco, porque palco se
dice camarote; cadeira no es cadera, sino asiento; bilhete no
es billete sino nota, pero en cambio, nota sí quiere decir
billete; maluco es loco y caprichosa es limpia; distinto es
distinguido y presunto es jamón.
“Pero - remató Norma - sobre todo, nunca vas a decir
buseta en el Brasil, porque buseta en realidad es cuca y cuca
quiere decir cabeza, de manera que esta última, aunque no la puedes decir
en Colombia, sí puedes mencionarla en Brasil”.
Era demasiado. Pedí permiso para no volver nunca a
clases de portugués, el idioma más difícil del mundo. Norma me preguntó por
qué.
_ La verdad, Norminha, estoy “mamao”...
_ Mamao no, corrigió Norma antes de que yo huyera para siempre: esgotado.
Mamão quiere decir papaya. Pero
no vas a decirlo nunca en la costa.
Ernesto Samper Pizzano, Daniel Samper Pisano, in Cambio 16, nº 1132
martes, 14 de febrero de 2012
DOS CARTAS DE AMOR
Amor mío,
Han pasado los años, los días, y hoy estamos juntos.
Al fin llegó este momento tan esperado, el día de san Valentín.
Sí mi amor, este día es especial y ¿sabes por qué?
Porque estamos juntos, porque a través del tiempo y la distancia nuestro amor se ha conservado. Y no sólo eso, sino que nuestro amor se ha hecho más fuerte.
Ven amor mío, siéntate junto a mí, recuesta tu cabeza sobre mi pecho, cierra tus ojos y déjame acariciarte, déjame pasar mis dedos por tus cabellos y recorrer así con ellos tus ojos, tu nariz, tus labios...
¡Ahhh, qué delicioso es tenerte conmigo!
Acerca tu oído a mi corazón, y escucha todo lo que tiene que decirte: TE AMO, eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida,
____________________________________________________
Hola Amor:
Hoy
como siempre, me encuentro frente a mi ordenador pensando en ti y ansioso de
escribir lo que siento por ti.
Tantas cosas han pasado
desde el día que nos conocimos... Jamás pensé que esa amistad entre nosotros se
convertiría en este amor infinito que siento por ti. Desde siempre me has hecho sentir especial.
Hoy quiero decirte una vez más que te amo con cada molécula de mi ser. Que mis días pasan más lentos por no estar junto a ti.
Mi alma y todo mi ser reclaman tu compañía. Mi voz exclama este amor que ha nacido desde lo más profundo de mi corazón. Quiero llegar a ti, quiero hacerte sentir la dicha de este amor que siento por ti.
Te amo tanto que quisiera ser el poeta más elocuente del mundo para poder decirte con frases bellas todo lo que siento por ti, pero con mis humildes y sencillas palabras trato de explicarte que te amo, contigo me siento completo, que tú fuiste creada especialmente para mí y yo para tí.
Te amo por ser tú, siempre bella, siempre soñadora, cariñosa, inteligente. Te amo por ser mi mejor compañera de mi vida... Te amo porque me amas como yo te amo...
Día de San Valentín
El Día de San Valentín es una
celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en
otros países a lo largo del siglo XX. Es un día para que los enamorados, novios o esposos expresen su amor y cariño mutuamente. Si quieres escribir una carta de
amor y no sabes cómo hacerlo, voy a ayudarte.
¿Cómo
escribir una carta de amor?
1. Sé sincero.
No copies ninguna de las cartas de amor que hay por Internet. Expresa con
sinceridad lo que sientes.
2. Utiliza
palabras sencillas que te salgan del corazón. Un "te quiero",
"te amo", vale más a los ojos de la persona que se los dices que las
cartas y los poemas de amor más rebuscados.
3. Piensa
en la persona que amas cuando le escribas la carta. Ella te inspirará.
Piensa en lo que le gusta, en su forma de ser. Siéntela cerca de ti.
4. Más
vale calidad que cantidad. No hagas una carta innecesariamente larga.
Guárdate lo mejor para decírselo en persona.
5. Ternura,
delicadeza, comprensión, simpatía, sentimiento… son ingredientes básicos de
las cartas de amor bien hechas.
6. Halaga
con sinceridad, no adules y tampoco lo hagas en exceso.
7. Sé
generoso. El que ama, no espera recibir. Debes tenerlo claro cuando
escribas tu carta. Solo las personas que son generosas, pueden amar de verdad.
Algunas
frases románticas:
Este es el crimen perfecto, me robaste el corazón y yo te robé el
tuyo.
Si amarte es malo, no quiero ser bueno.
Hay algo en ti que no puedo sacarme de la cabeza.
Si nada dura para siempre, vas a ser mi nada.
Tratar de explicar mi amor por ti es como tratar de explicar los
colores a un ciego.
Me hierve la sangre
cuando te veo.
Sólo puedo pensar en ti...
Me muero si te vas…
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